La respuesta despende de las condiciones de su par, si las llantas tienen poco de haber sido sustituidas y nos encontramos dentro de los 5 a 7mm puede ser usada sin presentar un gran problema para la llanta nueva. Ahora si la llanta está por debajo de los 5mm es decir media vida útil, es necesario considerar su reemplazo.
Existen varias razones a considerar para no dejar esa llanta junto con la nueva y en la mayoría de los casos se deberá a la diferencia de profundidad que existirá entre el neumático nuevo y el usado
1.- Diferencia en el despeje de agua, creando situaciones de inestabilidad en caminos mojados o encharcamientos
2.- La diferencia en la disipación del calor debido al paso del aire por los canales de la banda de rodamiento
3.- La diferencia en la altura puede traer un desajuste en la alineación tirando del volante hacia la llanta con menor vida.
4.- Desgaste irregular en la llanta nueva debido a la desproporción de altura y la diferencia en desempeño del neumático con menor vida.
En conclusión, puedes dejar la llanta sin riesgo mientras se mantenga por encima de la media vida en caso contrario te aconsejamos sustituirla.