El sistema de suspensión es uno de los componentes más críticos para la seguridad y comodidad de tu vehículo. Ignorar los signos de desgaste puede resultar en problemas graves, como pérdida de control, vibraciones incómodas y un manejo peligroso. Pero, ¿cómo saber si la suspensión necesita ser reemplazada?
Rebotes excesivos al pasar por baches:
Inclinación excesiva al frenar o girar:
Vibraciones en el volante:
Ruidos extraños:
Desgaste desigual en las llantas:
Una suspensión desgastada no solo afecta la comodidad, sino también la seguridad. Puede provocar:
Se recomienda revisar la suspensión cada 20,000 kilómetros o anualmente, dependiendo del uso del vehículo. Consulta con un especialista si notas alguno de los síntomas mencionados.
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