Uno de los debates más comunes entre los automovilistas es si las llantas nuevas o en mejor estado deben colocarse en el eje delantero o trasero. A primera vista, muchos podrían pensar que deben ir adelante, ya que las llantas delanteras son responsables de la dirección y, en la mayoría de los casos, del frenado. Sin embargo, la respuesta basada en pruebas y recomendaciones técnicas podría sorprenderte.
El mito de colocar las llantas nuevas o en mejor estado en el eje delantero surge de dos razones principales:
Aunque esto parece lógico, la realidad es que priorizar las llantas delanteras puede comprometer la seguridad en situaciones críticas.
Los fabricantes de llantas, institutos de pruebas de seguridad y organismos especializados, como Michelin, Bridgestone y la NHTSA (National Highway Traffic Safety Administration), coinciden en que las mejores llantas deben colocarse siempre en el eje trasero.
Esta recomendación se basa en estudios que demuestran que las llantas traseras son esenciales para mantener la estabilidad del vehículo, especialmente en condiciones adversas como lluvia o carreteras resbaladizas.
Estabilidad en curvas: En una maniobra brusca o en una curva tomada a alta velocidad, las llantas traseras proporcionan estabilidad al vehículo. Si las traseras están desgastadas, el auto puede perder adherencia, causando un sobreviraje (derrape del eje trasero) que es mucho más difícil de controlar que un subviraje (deslizamiento del eje delantero).
Adherencia en superficies mojadas: Durante una lluvia intensa, el hidroplaneo (cuando las llantas pierden contacto con el asfalto debido al agua) es más probable si las llantas traseras están gastadas. Esto puede provocar que el auto gire fuera de control.
Control del vehículo: Aunque las llantas delanteras son responsables de la dirección, si el eje trasero pierde tracción, no importa cuánto se gire el volante, el vehículo será inestable y difícil de controlar.
Evitar accidentes por derrapes: Un derrape trasero (sobreviraje) es más peligroso y difícil de corregir que un derrape delantero (subviraje), especialmente para conductores sin experiencia.
Diversos estudios realizados por fabricantes de llantas y expertos en seguridad vial han demostrado que un vehículo con llantas desgastadas en el eje trasero es más propenso a perder el control en situaciones críticas.
Por ejemplo, en pruebas de maniobras evasivas en carretera mojada, los autos con llantas nuevas adelante y desgastadas atrás mostraron una tendencia a girar o derrapar, mientras que aquellos con las mejores llantas atrás mantuvieron mejor estabilidad.
En los autos con tracción total o trasera, la recomendación es exactamente la misma: colocar las mejores llantas en el eje trasero. Aunque el sistema de tracción puede ayudar en ciertas circunstancias, no reemplaza el papel crucial que juegan las llantas traseras en la estabilidad general del vehículo.
Si solo tienes presupuesto para cambiar dos llantas, la recomendación es siempre instalar las nuevas en el eje trasero. Además, asegúrate de que las llantas restantes tengan suficiente dibujo (mínimo 3 mm de profundidad) y estén en buenas condiciones para evitar riesgos.
Aunque puede parecer lógico priorizar las llantas delanteras, los datos y las pruebas técnicas demuestran que las mejores llantas deben ir en el eje trasero. Esto garantiza la estabilidad del vehículo, reduce el riesgo de derrapes peligrosos y mejora la seguridad general.
Cuando se trata de la seguridad en carretera, las decisiones basadas en datos y experiencia siempre serán las mejores.
Si tienes dudas sobre el estado de tus llantas o necesitas asesoría para elegir las más adecuadas, no dudes en visitar a un especialista. Recuerda: tu seguridad y la de tus pasajeros dependen de decisiones informada
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